9 junio, 2023

El Palacio Insular de Santa Cruz de Tenerife, declarado Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento

En el edificio, sede del Cabildo de la isla, es uno de los símbolos más reconocibles de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife


CEEM. Caracas, 14-8-2017

La declaración del Palacio Insular como Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento se realizó mediante Decreto del Gobierno de Canarias, publicado el Boletín Oficial de Canarias el 14 de agosto, a propuesta de la Consejería de Turismo, Cultura y Deportes y previo informe favorable del Consejo del Patrimonio Histórico de Canarias.

La disposición del Gobierno narra que el Palacio Insular, sede del Cabildo tinerfeño, constituye uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad por su gran torre constituida en uno de los iconos de la isla de Tenerife, pues su imagen se asocia a la institución, a la ciudad e, incluso, a la propia isla.

La Ley de Patrimonio Histórico de Canarias (PHC) define la categoría de “Monumento” como aquellos “bienes que constituyen realizaciones arquitectónicas o de ingeniería, u obras singulares de escultura siempre que sobresalgan por su valor arquitectónico, técnico, histórico, artístico, científico o social”.

Además de la edificación, forman parte de la declaración de Bien de Interés Cultural su entorno de protección y sus bienes muebles, dado que la ley de PHC explica: “se entiende por entorno de protección la zona periférica, exterior y continua al inmueble cuya delimitación se realiza a fin de prevenir, evitar o reducir un impacto negativo de obras, actividades o usos que repercutan en el bien a proteger en su contemplación, estudio o apreciación de los valores del mismo”.

En el caso de la sede del Cabildo Insular, la delimitación se realiza con la finalidad de abarcar la totalidad del entorno inmediato a la sede del Cabildo Insular de Tenerife, con objeto de preservar el ambiente urbano más inmediato al inmueble, señala el decreto.

Palacio Insular
El proyecto de la edificación del Palacio en donde se encuentra la sede del Cabildo tinerfeño data de 1934 cuando el entonces presidente de la Corporación, Maximino Acea, se lo encarga al arquitecto José Enrique Marrero Regalado.
Siruado en la Plaza España, las obras se iniciaron el mismo año 1934 y finalizaron en 1940.

Su planta es de forma rectangular desarrollada sobre un gran patio de luces. La estructura la componen cinco pisos y un sótano en el cuerpo central. En tres de sus vértices existe una torre que sobresale una planta sobre el cuerpo del edificio y solo el vértice NE presenta la gran torrereloj de seis alturas, inspirada en el proyecto del estudio Lockwood, Green & Co. para el edificio industrial de la firma Schraff, de Massachusets, rematada por un cuerpo con arcos de medio punto.

La composición de la fachada, construida en piedra artificial, presenta un esquema de gran monumentalidad, con una galería porticada de medio punto en planta baja, realizada en piedra basáltica de Abona, que precede a las tres puertas adinteladas de acceso al edificio.

Los tres pisos siguientes siguen el mismo esquema compositivo, con grandes columnas toscanas de orden gigante que recorren la totalidad de la fachada. En los intercolumnios se aprecia el nombre de la institución y una cornisa que enmarca en el centro un escudo. Las restantes fachadas repiten en el centro de cada frontis el mismo diseño de la fachada principal.

Entre los espacios interiores destacar el hall principal, revestido de mármol, así como la gran escalera que da acceso a la primera planta y al Salón de Plenos. La decoración de este se encargó a José Aguiar, cuyos murales reflejan una sucesión de escenas donde se diferencian la cara sur del mural con una representación bajo los temas de “Muchachas”, “Divinidad solar”, “El Nacimiento de las islas”, “La Tierra y las madres”, “Diosa con frutos”, “Aparición de la Virgen de Candelaria y la Evangelización del indígena”.

El resto del interior del inmueble ha sufrido importantes transformaciones, salvo en las dependencias de la primera planta, que conserva elementos originales.

Foto: Google