29 mayo, 2023

El Teide, uno de los símbolos de las islas Canarias

Parque Nacional desde el 22 de enero de 1954 y declarado patrimonio de la Humanidad el 28 de junio de 2007

La majestuosidad de su imagen es inconfundible para los canarios en cualquier lugar del mundo en el que se encuentren, está grabada en su mente con admiración y nostalgia. Es un paisaje que arropa a los nativos que residen fuera de las islas, los transporta a su tierra, a sus recuerdos y a sus querencias.
Esta inmensa montaña con sus 3.718 metros es el pico más alto de España; además se considera uno de los más grandes volcanes del mundo.
Está enclavado en un paraje singular, las Cañadas, que en la actualidad cuenta con una superficie de 18.990 hectáreas. Es el mayor y más antiguo de los Parques Canarios, considerado Parque Nacional desde el 22 de enero de 1954 y declarado patrimonio de la Humanidad el 28 de junio de 2007.
Es un paisaje único, distinto a cualquier otro por sus colores y formas rocosas de indiscutible belleza. Sus especies vegetales endémicas hacen la diferencia respecto a otras zonas y constituyen un patrimonio insular de gran valor.
La gran riqueza arqueológica de la zona permite que en Las Cañadas se encuentre el mejor registro de la historia del hombre en Tenerife.
Desde los aborígenes este lugar ha sido utilizada como medio de vida y supervivencia. Especialmente era sitio de pastoreo en diferentes épocas del año.
Para los canarios, Las Cañadas son fuente de conocimiento de su raza guanche y de significado histórico para la identidad tinerfeña.

Leyenda

El Teide por sus características tenía un significado espiritual al que le atribuían cualidades especiales. Los aborígenes lo llamaban «Echeyde», que significaba «morada de Guayota, el Maligno» vivía en el interior del volcán, el infierno. Según la tradición, Guayota secuestró al dios del Sol, Magec, y lo llevó al interior de la montaña. Entonces, la oscuridad se apoderó de la isla y los guanches pidieron ayuda a Achamán, su ser supremo. El dios luchó y consiguió derrotar al Maligno, sacar al Sol de su cautiverio y taponar la boca de Echeyde. Desde entonces Guayota vive dentro, en el infierno.
Cuenta la leyenda que el tapón que puso Achamán es el llamado “Pan de Azúcar”, el último cono que corona el Teide.

«Nivaria se llama por la nieve que suele platear la cumbre altísima del sacro monte Teide, excelso Atlante, y por la misma causa en nombre digno de Tenerife entonces le pusieron; que Tener, en su lengua significa blanca nieve y quiere decir ife monte alto; así, por el gran Teide, se llama Tenerife la Nivaria, que es lo mismo que monte de la nieve». (Antonio de Viana: Antigüedades de las Islas Afortunadas – 1604)

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