9 junio, 2023

Los herreños celebran la LXIX Bajada de la Virgen de los Reyes

 El 5 de agosto la «Madre Amada» realizará el camino de regreso y volverá al santuario de La Dehesa hasta la próxima Bajada


CEEM. Valverde de El Hierro, 3-7-2017   Josefina Benítez / Antonio Álamo

El sábado 1º de julio de 2017 se realizó la Bajada de la Virgen de Los Reyes en la Isla del Meridiano en su edición LXIX, en cumplimiento de la promesa hecha por autoridades y pueblo herreño en 1741 por la que trasladarían a la venerada imagen desde su ermita en la Dehesa hasta la capital, Villa de Valverde, cada cuatro años.

En medio de un tiempo desapacible, con un fuerte viento, abundante bruma y un intenso frío, comenzaron a llegar desde el día anterior y durante toda la noche devotos procedentes desde otras islas y lugares del mundo a la capilla de la Patrona herreña.

A las cinco de la mañana, entre abrazos y saludos de amigos que en muchas ocasiones no se habían visto durante años, irrumpieron los bailarines de Sabinosa, el más occidental de los pueblos de España, quienes con sus tambores, pitos y chácaras, rompieron el silencio del lugar cuando ofrecieron su primera venia a la Madre Amada. A las 5:15 comenzó la misa celebrada por el sacerdote Antonio Pérez. A la ceremonia asistieron autoridades tanto del Gobierno de Canarias, como insulares y locales.

Al concluir el acto y aún a oscuras solo alumbrados por los millones de estrellas que llenaban la “cúpula celestial”, la imagen fue trasladada a hombros de los pastores a la Piedra del Regidor donde la recibió el pueblo de Sabinosa, luego de que se recitaran algunas loas.

A partir de ese momento, continuó una larga peregrinación de más de 28 kilómetros programada para que llegara a la iglesia de la Concepción en Valverde alrededor de las 10.30 pm del mismo día 1 de julio pero que se extendió, hasta la madrugada del día siguiente con las consiguientes protestas de numerosos fieles que esperaban en la parroquia de la capital herreña.

Bajada de la Virgen de los Reyes desde la Dehesa hasta Valverde
En medio de un tiempo inclemente, la Imagen protegida en su corso inició la subida por los terrenos del Cres a hombros de los cargadores quienes en un tradicional punto del camino la “asomaron” para que impartiera su bendición al Valle de El Golfo, un paisaje espectacular, aunque dadas las adversas condiciones meteorológicas no se pudo apreciar en toda su extensión.

La procesión continuó hasta que arribó a la Cruz de Los Humilladeros, lugar que sirve de primer descanso en el que se aprovecha para tomar un corto desayuno con el que reponer fuerzas y continuar la jornada, siempre en ascenso en esta zona de la isla.

A varias horas de la salida de la Dehesa, se realizó la primera “Raya” de las siete consistentes en un cambio de mando entre los pueblos de la isla que tienen el honor de conducir a su patrona hasta su destino final. El pueblo de

El Pinar recibió a María de los Reyes en los Llanos de Binto para conducirla hasta la Cruz de los Reyes, punto de encuentro de los peregrinos y que marca la mitad del recorrido.

Cuando la bandera de la virgen apareció en el Pico Malpaso, lugar desde donde comienza la bajada a la Cruz de los Reyes, máximo punto de concentración y reencuentro de miles de devotos y visitantes, apareció el sol para iluminar el sitio de manera que la Patrona Herreña luciera en todo su esplendor. Un acontecimiento tan aplaudido que algunos consideraron un milagro.

Eran las 11.30 de la mañana cuando la Virgen de los Reyes fue llevada a su lugar de descanso. Al rato, empezó la llamada “Venia” en la que todos los bailarines de la isla con sus santos patrones, con la excepción de los representantes de Valverde, “fueron entrando” para honrar a la Virgen y pedirle su bendición.

Después de un reparador almuerzo con el consabido tendido de manteles, María de Los Reyes reinició su andadura portada por los bailarines de El Pinar, quienes en la cercana raya del Cepón entregaron a los pueblos de El Golfo.

Conducida hasta la raya de La Llanía, los piñeros volvieron a recibirla para conducirla hasta La Mareta. Allí, el pueblo de Isora con su patrón San José la recibieron y condujeron hasta la Cruz del Niño.

Los vecinos de San Andrés se hicieron cargo de trasladarla hasta las Cuatro Esquinas. A continuación, los pueblos del norte la portaron hasta la raya de Tejegüete. En este sitio, finalmente los bailarines y tocadores de la capital de la Isla se “encargaron” de llevarla a la iglesia de la Concepción de Valverde a donde llegó al día siguiente.

En esta última raya se presentó la polémica entre los bailarines del norte y los de la capital, mientras tanto se hicieron presentes las fuerzas del orden público para que los incidentes no pasaran de discusiones algo subidas de tono.

La Patrona, antes de llegar a Valverde atravesó el pintoresco pueblo de Tiñor en el que fue acogida por sus pobladores.

Al llegar a la localidad de San Juan en la capital, la Patrona de los herreños tuvo el protocolar recibimiento por parte de autoridades. El alcalde de Valverde, Daniel Morales Barrera, le impuso el Bastón de Mando del Ayuntamiento. Al instante, una descarga de fuegos artificiales anunció que la imagen se encontraba en Valverde.

Minutos más tarde, sería recibida en la iglesia de la Concepción a las 1:15 de la madrugada del 2 de julio, después de una excesiva y prolongada espera de fieles que mostraban su descontento por lo que consideraban una excesiva demora.

La parroquia de la capital herreña será la morada de la Madre Amada hasta el 5 de agosto cuando, en un recorrido “al revés”, realizará el camino de regreso y volverá al santuario de La Dehesa hasta la próxima Bajada.

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