Adiós ‘Filomena ‘, en Canarias dejas tus huellas, algunas malas y muchas buenas

Antonio Álamo Lima
CEEM. Martes, 12 de enero de 2021
¡Hola Filomena! Dicen los que saben de borrascas, huracanes, ciclones y otros fenómenos meteorológicos que ya estás abandonando las islas Canarias, pero que seguirás un tiempo llenando de blanco las tierras peninsulares.
Muchos te maldecirán y otros dirán, con toda razón, que has dejado problemas como cierres de carreteras y aeropuertos por nevadas, principalmente los accesos al centro de España. También pérdidas por suspensiones de actividades diversas y otros daños por caídas de árboles, piedras y demás objetos. Muy nombrados han sido los cierres en terrazas de restaurantes, porque, claro, con esas nevadas ¿a quién le apetece tomar una cerveza con pinchos y tapas?
En las Islas Afortunadas varias personas estarán de acuerdo en que “en buena hora te has largado con viento freso”, nunca mejor dicho, después de que has provocado derrumbes y otros daños no tan destacables. En Gran Canaria has tenido varios días a los equipos de rescate tratando de sacar un ferry varado en las costas de Agaete, en donde “la culpa no la tuviste tú”, sino que fue el dios griego Eolo que te acompañaba, quien lo encalló. Has sido responsable de cierres de vías en las subidas a las cumbres ¡que manía de la gente llevar la contraria y querer llegar a los altos de nuestras islas cuando las autoridades proclaman lo inapropiado de estos paseos en dichas circunstancias! Será que muchos gozan llevando la contraria.
Por cierto, tu nombre ha levantado polémicas, el más destacable el de una política, ¡cómo no! podemista, que ha dicho que te bautizaron con nombre de mujer porque los hombres ponen nombre femenino a todas las cosas malas, quizás no sabe que en las denominaciones de las tormentas se alternan nombres de hombres y de mujeres para facilitar identificaciones. Con esta declaración se duda si los afiliados y simpatizantes de esta agrupación son ignorantes a tiempo completo o aprovechan cualquier motivo para “sacarle punta a una bola de billar” y que hablen de ellos, principalmente de ellas, bien o mal, por eso de “que hablen de mí como sea, pero que hablen”.
Filomena, comencé diciéndote que muchos te maldecirán, pero yo te bendigo. Cuando veo nuestros campos teñidos de verde profundo y oigo nuestros barrancos correr con voz cantarina y, sobre todo, nuestras sedientas presas llenarse de agua, me alegra que hayas pasado por las islas. Lo aprecio y me digo: “hay agua para rato”. Se habla ya de, por lo menos, de 3 años de agua garantizada para riegos.
¡Cómo baten a tu paso sus aspas los alegres molinos de viento o generadores eléctricos, llenando de energía sus acumuladores con el consiguiente ahorro de combustibles contaminantes!
Señala el dicho popular “año de nieves, año de bienes”, así toca decir: “Gracias Filomena, por todo lo bueno que dejaste y sigues dejando” y lo malo a olvidarlo pronto, que “no hay mal que por bien no venga”.
Filomena, además de que nos dejaste grandes alegrías y algunos sinsabores, lo mejor de todo es que por unos días hiciste que los medios de comunicación se olvidaran de la Covid-19 y que acallaras los recurrentes temas de independentismos, separatismos, elecciones, y otros pesares.