Biografía Pedro García Cabrera, el gran poeta de La Gomera
En 1997 recibió a título póstumo la Medalla de Oro concedida por el Gobierno de Canarias
CCEEM. 26 de junio de 2019
Pedro García Cabrera nació en Vallehermoso, isla de La Gomera el 19 de agosto de 1905. Considerado uno de los grandes poetas canarios del siglo XX. Su madre, Petra Cabrera Fernández, también era natural de Vallehermoso y su padre, Pedro García Sánchez, era oriundo del Realejo Alto, Tenerife. Tuvo 4 hermanos menores: Anatael, Yara, Diego y Carmelo.
Sus progenitores fueron influyentes en su vocación futura. Heredó de su padre la profesión de maestro y de su madre, que tenía afición por la música y el canto, su inclinación por la poesía.
Cuando era niño vivió varios años con su familia en Sevilla. Regresó a La Gomera en 1915, para residenciarse más tarde en Tenerife, primero en San Andrés y luego en el Barrio Salamanca de Santa Cruz. Estudió magisterio y comenzó a escribir en La Voz de Junonia, periódico semanal redactado por jóvenes gomeros.
En 1922 inició su relación con la comunicación social con escritos en revistas y periódicos de Tenerife. Fue redactor de la revista “Hespérides”. En 1930 fundó la revista “Cartones” junto con otros escritores canarios. Publicó sus primeros poemas en 1925 en el diario “La Gaceta” de Tenerife.
En 1931 incursionó en la política. Su gestión como concejal se caracterizó por la reivindicación de los servicios sociales. En 1936, al comienzo de la guerra civil española, fue apresado y trasladado al campo de concentración de La Isleta, en Gran Canaria. Pasó varios años en diferentes lugares de España detenido por problemas políticos, hasta que en 1946 obtuvo la libertad bajo fianza.
En la cárcel concluyó varias obras: “Entre la guerra y tú” (1936-39), “Romancero cautivo” (1936-1940), “La arena y la intimidad” (1942-44), “Viaje al interior de tu voz” (1944-46).
Pedro García Cabrera contrajo matrimonio en 1948 con Matilde Torres Marichal, su compañera inseparable, a quien conoció en el Hospital Civil de Jaén, cuando estuvo internado allí, debido a un grave accidente durante la guerra civil.
Después de su libertad continuó escribiendo obras literarias como “Las islas en que vivo” y “Hacia la libertad”. En 1951 el poeta publicó el primer libro Día de Alondras, le siguió La Esperanza me mantiene, en 1959. El ensayista Ventura Doreste dijo de él: “se halla García Cabrera entre los dos o tres primeros poetas de nuestras Islas y aun su lugar es destacado si le ponemos junto a los mejores poetas peninsulares”. El último libro que vio la luz cuando aún vivía fue Hacia la Libertad (1978)
Poco antes de su muerte, el Cabildo de Tenerife tuvo tiempo de rendirle el último homenaje al entregarle la Medalla de Oro de la Isla. En 1997 recibió a título póstumo la Medalla de Oro concedida por el Gobierno de Canarias, que igualmente dedicó en su honor el día de las Letras Canarias el 22 de febrero de 2012.
García Cabrera murió en Santa Cruz de Tenerife el 20 de marzo de 1981, a los 75 años.
Poema “Gomera” de Pedro García Cabrera
A cara o cruz he lanzado
a la mar una moneda;
salió cuna y nací yo:
cuna o concha es La Gomera.
Súbete al roque más alto,
silba con todas tus fuerzas
hacia atrás, hacia la infancia,
a ver si el eco recuerda
las bordadas camisillas
que abrigaron mi inocencia.
Sílbame más, mucho más,
que oiga las primeras letras
del alba silabeando
los renglones de mis venas.
Silba, silba sin cesar,
y tráeme la escopeta,
los caballitos de caña
con sus bridas y cernejas,
el croar de los barrancos
y las palmas guaraperas.
Silba, silba sin descanso,
hasta llamar a la puerta
de los que en lucha cayeron
con la rebeldía a cuestas.
Sílbame el Garajonay,
que va siempre sin pareja
bailando el santodomingo
camino de las estrellas.
Sílbame el ritmo de fuego
con que danzan tus hogueras
dando a la noche madura
la juventud de doncella.
Sílbeme el faro sus luces,
los alfileres que vuelan
a hundirse en el acerico
redondo de las tinieblas.
Sílbame la sal y el agua,
sílbame el pan y las penas,
y la libertad que amamos
sílbala a diestra y siniestra.
Cierto que no morirás,
más si algún día murieras
entra en el cielo silbando
y silbando pide cuentas
de por qué te condenaron
a soledades perpetuas.
Y ahora silba más hondo,
silba más alto y sin tregua,
silba una paloma blanca
que dé la vuelta a la Tierra.
________________________________________________________
Bibliografía y Fotografía
Centro de la Cultura Popular Canaria. La Enciclopedia de Canarios Ilustres. P 229. Pedro García Cabrera.Tenerife. Gran Canaria. Diciembre 2005. Litografía A. Romero, S. L. Consulta: 26 de junio 2019