El órgano de la iglesia de San Mateo Apóstol, Gran Canaria, vuelve a sonar tras décadas de silencio

CEEM. Domingo, 15 de enero de 2023
Antonio Álamo. Josefina Benítez
La población de la Vega de San Mateo, en las medianías de Gran Canaria, vivió momentos de júbilo cuando este sábado volvieron a sonar las notas musicales del órgano Walcker Opus 1990 con motivo del centenario de su inauguración el 14 de enero del año 1923.
En el marco de la Ruta Cultural organizada horas del mediodía por la parroquia de San Mateo Apóstol, el organero Alejandro Rodríguez Rubio encargado de forma altruista de la recuperación del instrumento musical tras unos 50 años de silencio, interpretó fragmentos de piezas musicales, tras la bendición del párroco de la iglesia, Antonio Grimón Castellanos.
En el transcurso de la mañana, Alejandro Rodríguez, en compañía del párroco y del cronista oficial de San Mateo, Pedro Rodríguez, condujeron a un afortunado grupo de invitados por lugares emblemáticos del lugar. Durante el recorrido se acercaron hasta la antigua casa del Ayuntamiento y a la que fue vivienda de su secretario, Dionisio Jiménez, impulsor de la adquisición del órgano para el templo. Prosiguieron el camino hacia la Casa Parroquial en donde se guardan, entre otros documentos, el libro de donaciones para la adquisición del aparato y partituras empleadas por los diversos organistas que hicieron sonar el instrumento musical en épocas pasadas.
Igualmente, los visitantes pudieron observar la primera campana de la Iglesia, donada en 1801 por emigrantes de San Mateo en Cuba, encabezados por Matheo Pérez Ojeda. Esta pieza se conserva en lugar destacado al frente del inmueble religioso.
Semblanza de Alejandro Rodríguez Rubio
Alejandro Jesús Rodríguez Rubio, de 27 años natural de Gáldar y único organero de Canarias, ha trabajado en empresas de fabricación y restauración de instrumentos musicales en diversos países como Francia, Bélgica, España, Alemania y Portugal.
Sus inicios en el arte de construcción y restauración de instrumentos musicales se remontan a la primera década de los años 2000. Contaba con 12 años de edad cuando ya estudiaba música y se enteró de que en la parroquia de su localidad tenían la intención de eliminar el armonio dado el mal estado en que se encontraba. Ante esta situación, decidió arreglarlo. Este fue el comienzo de lo que se ha convertido en una auténtica dedicación a estos instrumentos musicales, tanto armonios como órganos.
El experto en estos aparatos se encargó altruistamente de la restauración del órgano de la parroquia de San Mateo, el cual había permanecido en estado ruinoso durante décadas. Él mismo se ocupó de reconstruir piezas y de adquirir nuevas, entre ellas un motor en Alemania, costeadas por la parroquia sin la ayuda de instituciones. Un trabajo de cuatro años que realizó incluso de noche y en época de la COVID-19, según manifestó.
Graduado en órgano por el Conservatorio Profesional de Música de Las Palmas de Gran Canaria, estudia en el Conservatorio Superior Música de Canarias dos carreras, Pedagogía e Interpretación. Además, es estudiante de Ciencias del Mar y de Teología.
Fotos, Antonio Álamo Lima
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