Los valencianos residentes en Venezuela celebran la fiesta la Virgen de los Desamparados

CEEM. Caracas, 11-5-2016
Josefina Benítez / Antonio Álamo
El segundo domingo de mayo, como es tradición, los directivos de la Asociación de Valencianos Residentes en Venezuela (Asoval) presidieron el homenaje que rindieron en Caracas a la patrona de la Comunidad Valenciana, la Virgen de los Desamparados
El presidente de la asociación, Felipe Sáez, junto a Mercedes Hernández, Rubén Cutanda, Rosario y María Dolores Laporta, María Amparo Moreno y el resto de los directivos, se congregaron en la parroquia San Pedro Apóstol de la urbanización Los Chaguaramos desde temprano en la mañana para ultimar los preparativos del acto ceremonial.
A las 10 de la mañana, una representación de adultos, jóvenes y niños valencianos ataviados con vestimenta típica de la comunidad entraron en el templo y por la nave central se dirigieron hasta el altar para rendirle homenaje a la Geperudeta (La Jorobadita, denominación dada por la posición de la cabeza inclinada hacia abajo) con una ofrenda floral.
Acto seguido, comenzó la Misa presidida por el sacerdote Javier Vilarroig, acompañado por el párroco de la iglesia, Dionisio Gómez y por jóvenes del seminario Santa Rosa de Lima.
El padre Vilarroig, natural de la provincia de Castellón de la Comunidad Valenciana y actualmente destinado en Caracas, agradeció a los directivos de Asoval por la invitación que le hicieron para celebrar la festividad de su patrona en la parroquia de San Pedro, igualmente al párroco por su generosidad al concederle presidir el culto.
Antes de la bendición, sonó el himno de la Comunidad cantado, con especial emoción, por los valencianos presentes. Asimismo, se ofrecieron oraciones dedicadas a la Mare de Déu dels Desamparats.

La réplica que se encuentra en la Basílica de San Pedro Apóstol en Caracas fue encargada a principios de 1959 por José Noguera al escultor Ramón Granell Pascual quien en pocos meses la talló en madera para vestir.
La imagen fue recibida en Venezuela en marzo de ese mismo año. En los años 70 del siglo XX, monseñor Francisco Javier Monterrey, en esa época párroco de San Pedro, accedió a la entronización de la Virgen en la advocación de los Desamparados en el templo.
Cada año, los directivos de Asoval, además de la ceremonia religiosa, también conmemoran el Día de la Comunidad para ello cuentan con la colaboración de la Consellería de Presidencia de la Generalitat Valenciana. Además, periódicamente se reúnen para coordinar donaciones a personas mayores necesitadas.
Origen de la devoción de la Virgen de los Desamparados
La Virgen de los Inocentes, Mártires y Desamparados o Virgen de los Desamparados; Mare de Déu dels Desamparats o Geperudeta, en valenciano; es la patrona de la Comunidad y de la ciudad de Valencia en España. Su festividad se celebra el segundo domingo de mayo.
Cuenta la tradición que en el año de 1407 un religioso llamado Jofré se dirigía a la catedral cuando presenció que estaban maltratando a un demente en una calle de Valencia. Su preocupación fue tal que decidió fundar una casa para enfermos mentales y para desvalidos con el nombre de Nuestra Señora de los Locos, Inocentes y Desamparados. La hermandad que atendía la casa de acogida adoptó como patrona a la Virgen con la advocación de los Desamparados.
El año 1414 llegaron unos jóvenes peregrinos a la residencia y le propusieron a los cofrades encargados del recinto, hacerles una imagen de la Virgen a cambio de que les proporcionaran cobijo y alimento. Después de varios días sin verlos ni oírlos, se dirigieron al lugar en el que les habían dicho que harían la imagen. Cuando entraron no vieron a los peregrinos pero sí se encontraba una escultura de la Virgen María. El pueblo interpretó que los peregrinos eran ángeles que habían hecho la escultura.
El 21 de abril de 1885, el papa León XIII concedió la Bula pontificia que nombraba a la Virgen de los Desamparados, patrona de Valencia.
El 15 de octubre de 1921, el papa Benedicto XV concedió el privilegio para la coronación, hecho que tuvo lugar el 12 de mayo de 1923 en presencia de los Reyes de España, Alfonso XIII y Victoria Eugenia, autoridades religiosas y civiles y numerosos devotos de la advocación.